El boletín de junio del Banco Central Europeo pone los pelos de punta y nos muestra a las claras la delicada situación en la que nos estamos moviendo. No ya sólo Grecia o España, sino toda la zona euro.
los pasados días 6 y 7 de mayo se pueden considerar como los que la zona euro estuvo en el filo de la navaja
Como si de un virus se tratara los pasados días 6 y 7 de mayo se pueden considerar como los que la zona euro estuvo en el filo de la navaja. Esperemos que sean los últimos.
“Los días 6 y 7 de mayo, las tensiones registradas en algunos mercados de deuda soberana de la zona del euro se propagaron a los mercados financieros en general. La volatilidad de los tipos a un día se acentuó, la liquidez disminuyó y el funcionamiento de algunos segmentos de los mercados financieros empeoró notablemente. El brusco cambio en el clima de los mercados originó desplazamientos de carteras a gran escala hacia activos de más calidad por parte de los inversores financieros, generando nuevas presiones a la baja sobre el rendimiento de la deuda pública. El 9 de mayo, los ministros de Finanzas de la UE acordaron la creación de un Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera y, el 10 de mayo, el BCE anunció la adopción de varias medidas para hacer frente a las tensiones registradas en los mercados financieros, que se analizan con más detalle en el recuadro 3….”.
Merece la pena leer con detenimiento el boletín, por aquello de estar informado.
Ciertamente este verano apunta maneras.