Si en tu empresa no existe un plan de fidelización de clientes y consideras que tal y como va la situación tienes que sentarte y pensar en uno, te prevengo, ya es tarde. El plan de fidelización debía ser parte de esos documentos básicos de la empresa -misión, visión, certificado de calidad, etc.- que no deben quedar sólo como un papel enmarcado en la pared. El plan de fidelización debe ser manoseado, discutido, entendido y llevado a la práctica por todos en la empresa. Ahora, si tu finalidad es acabar con tu empresa y que tus clientes salgan corriendo, sigue este decálogo:
- Bajo ningún concepto tu producto o servicio debe satisfacer las necesidades explícitas e implícitas del cliente
- No es necesario saber si satisfaces las necesidades del cliente
- No pierdas el tiempo escuchando al cliente
- La comunicación con el cliente debe limitarse a la meramente administrativa (cobro factura)
- Los valores de tu empresa no tienen que ir parejos a los de la sociedad
- Desconfía de los proveedores y busca siempre el mejor precio
- Los empleados deben hacer estrictamente lo que se les diga con la menor remuneración posible
- Nunca personalices, segmentes, o busques un trato cliente a cliente, no es necesario. Todos los clientes son iguales
- Jamás te fijes unos objetivos en relación a la atracción o mantenimiento de clientes
- En la medida de lo posible no utilices las redes sociales. Así no te encontraran los clientes y conseguirás ser invisible
En estos tiempos de desaceleración económica -que así define algún malvado todavía- es descorazonador ver que alguna empresa aun comete barbaridades como las que están más arriba y, lo peor del caso, no comprende como su negocio no va por el buen camino. El de los beneficios, claro. Hay que joderse. Perdón por el rudo taco ibérico. Esta sociedad cañí es así de absurda. La hemos creado entre todos, oiga. Tú, yo, todos.