Hoy celebramos el cumpleaños de la Constitución española, cumple 33 añitos, y la Pepa 2, que así la llamamos algunos que nacimos antes de ella, fue el segundo intento, aún vivo, de crear una Ley principal que pusiera orden en los derechos y obligaciones de los españolitos. En mi recuerdo está la Pepa, aquella primera Constitución promulgada por las Cortes Generales de la España de 1812 y que estuvo vigente dos años, desde su promulgación, hasta el 19 de marzo de 1814, pues el peor rey que jamás ha tenido España, Fernando VII, decretó la disolución de las Cortes, la derogación de la Constitución y la detención de los diputados liberales. Comenzaba el regreso del absolutismo y con él se ponía de manifiesto la estupidez de un pueblo, el español, a la hora de decidir quien es la mano que maneja del timón de la nave España.
esta ley de leyes nos ha servido para llevarnos al lugar en el que nos encontramos y espero que sirva para el futuro, con ajustes, claro
Hasta la fecha esta ley de leyes nos ha servido para llevarnos al lugar en el que nos encontramos y espero que sirva para el futuro, con ajustes, claro. El tiempo pasa y las cosas cambian.
Nuestra Constitución, que debe adaptarse a los tiempos, ha tenido pocas modificaciones, alguna de ellas recientemente, a cuenta de lo peligrosos que son los timoneles de nuestra nave -hoy políticos, no reyes- y lo rumbosos que son a la hora de disponer del dinero público, ese que no es de nadie, y que al desaparecer y convertirse en apalancamiento, nos lleva a la ruina a grumetes y galeotes dado que al timonel, comitre y sotacomitre, poco o nada les afecta.
Hoy es día de fiesta, el cumpleaños de nuestra Constitución, no será perfecta, pero es lo único que tenemos y el paraguas que nos cobija. Aprovechemos pues para leerla y aplicarla, en sus derechos y obligaciones, ambos necesarios para configurar el gran país que somos.