Cómo abordó la administración Obama, la crisis financiera y la reforma de sus sistema bancario.
En Julio de 2010 el presidente Barack Obama convirtió en ley el estatuto federal conocido como Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act.
Esta decisión política es el cambio más significativo habido en Estados Unidos en el sector financiero desde la gran depresión que siguió al crack del 29. El nuevo ordenamiento legal afecta a todas las agencias reguladoras del sector financiero a nivel federal, teniendo consecuencias en todos los ámbitos del sector financiero y bancario (Bancos, instituciones de ahorro y préstamo, bancos y sociedades hipotecarias, corredores hipotecarios, préstamos directos, compañías de seguros, sociedades de inversión, bolsa de valores, hedge funds, private equity funds y payment systems companies).
A partir de 2008 se acuño la frase “Too big to fail” (demasiado grande para caer)
Esta reforma llega al Congreso de los Estados Unidos, porque se abre el debate como en otros países desarrollados, sobre la necesidad de la reforma financiera. Pero lo que sucede, como siempre ocurre, que Estados Unidos llega siempre primero.
A partir de 2008 se acuño la frase “Too big to fail” (demasiado grande para caer) en referencia a las grandes entidades financieras que con su quiebra pueden provocar los llamados riesgos sistémicos para toda la economía, siendo casi insalvable que los gobiernos traten a toda costa de evitar su caída.
Sucede que en los años previos al estallido de la crisis internacional de 2008, muchas grandes instituciones financieras de ámbito internacional, asumieron muchos más riesgos de los que sus balances teóricamente les permitían. Pero esto tiene una lectura: siempre han pensado que en caso de que la gestión saliera mal iban a ser rescatados porque se evitaría su quiebra a toda costa.
En cierto aspecto es lo que ha ocurrido en la Unión Europea a partir de 2008-2009. Y los que siempre terminan pagando la factura son los millones de contribuyentes que aunque no se les consulte democráticamente, se parte de la premisa que los políticos que los representan en los respectivos parlamentos, evitarán así un mal mayor con la quiebra de un sistema financiero que haría más estragos en la población. Y eso en cierta manera es injusto.
Una reforma del sistema financiero iniciada en Estados Unidos en abril de 2010 por Barack Obama y detallada en particular por la ley “Dodd–Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act” se dirige a limitar, en este sentido, el tamaño de los bancos. Lleva su nombre por el presidente de la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes (equivalente al Congreso de los Diputados en España), Barney Frank, y el presidente del Comité del Senado, Chris Dodd.
Entre las novedades que incluye la reforma, está la creación de un consejo para evaluar los riesgos sistémicos, así como una regulación muy clara sobre el funcionamiento de los mercados financieros, incluyendo una mejora sustancial de la transparencia de los derivados.
También en materia de consumo, una nueva agencia de protección al consumidor y también la protección al inversor.
En cuanto a las herramientas para afrontar las posibles nuevas crisis financieras, se incluye un régimen resolutivo que viene a complementar el existente FDIC (Federal Deposit Insurance Corporation) que es el equivalente a la garantía de los depósitos, con la capacidad para supervisar quiebras y liquidaciones ordenadas de entidades bancarias y financieras, incluyendo también la capacidad de la FED (la Reserva Federal) una vez recibida autorización del Tesoro, para actuar y ampliar el crédito en situaciones extraordinarias para evitar cualquier colapso. No quieren que se repita nunca más otro Lehman Brothers.
La nueva legislación norteamericana, también persigue que se incrementen los estándares internacionales en materia contable y regulaciones de las agencias de calificación de crédito.
¿Qué es lo que se ha hecho en concreto en la UE?
Se ha anunciado la Unidad Bancaria y el supervisor bancario único, pero este tema viene siendo demorado, incluso actualmente debido a la crisis de Chipre y antes de la misma, nadie ha vuelto a tocar este tema que ha quedado para la agenda de 2014.
En este punto no hablamos desde Governance 2014 de economía, sino de política. No de medidas sino de errores, caso de la pésima gestión del tiempo de parte de los líderes europeos que ha provocado que un país de la Eurozona (algo sin precedentes) haya estado una semana con los bancos cerrados “celebrando” el primer corralito de la UE.
Los meridianos de esta circunstancia política absolutamente desastrosa, siguen pasando por Alemania (primer responsable que ya la hemos denunciado en artículos anteriores) y la más que dudosa falta de diligencia que debe exigírsele al presidente de la Comisión Durao Barroso y al del Consejo Van Rompuy. No cabe duda que si bien su discurso siempre es de unidad europea, en los hechos han estado al servicio de los “socios ricos” y con una falta absoluta de sensibilidad por los países del sur más expuestos.
Pero para ser justos, tanto en declaraciones de Barroso como de Van Rompuy de los últimos meses, se ha notado una preocupación por los países más afectados del sur de Europa, al partir de ellos una nueva posición sobre los cumplimientos de déficits que exigían más flexibilidad, pero también estos teóricos avances de las dos comisiones han “chocado” de frente con Alemania y su núcleo duro.
Si a esto se le suma la incompetencia de Italia y España por no haber hecho un frente mediterráneo fuerte (fueron sólo palabras de Monti y Rajoy, más al estilo de declaraciones de buenas intenciones dirigidas a sus respectivos ciudadanos pero sin resultado efectivo), la UE está sumida en una mediocridad y falta de rumbo que seguirá demorando el ansiado crecimiento que no va a llegar porque no quieren los del norte que esto suceda, al menos, ellos quieren crecimiento previo ajuste brutal del sur, porque saben que tienen fuelle para aguantar.
La monumental equivocación de esta política va a postrar a Europa durante varios años.
Cambio sustancial en el rumbo de la construcción europea
Creemos que lo que se está produciendo es un claro abismo respecto a los tratados que dan sustento a la actual UE y la Unión Monetaria.
¿Dónde se ha visto que desde que arrancara el problema griego en 2010 como un poder más dentro del “estado europeo” actúe el FMI? Todos hablan de la Troika como si fuera otro “brazo” institucional y orgánico de la UE. Falso.
Además, se ha visto cómo el FMI con una Christine Lagarde excesivamente dura con Chipre, ha marcado reuniones del Eurogrupo condicionando en los hechos posiciones que algunos estados miembros querían hacer más suaves.
¿Cómo puede ser posible que durante 13 días no haya habido actividad bancaria en un país de la Eurozona, y además, se afirme que el modelo podría ser aplicado a otros socios de la Unión? Sin considerar las desafortunadas declaraciones del presidente del Eurogrupo que tiñeron los mercados de rojo y tuvo que retractarse, aunque ya el daño, como siempre sucede, estaba hecho.
Pero tampoco acababa ahí la cuestión: Bruselas admitía hace una semana, que llevaban meses estudiando el caso de Chipre y su posible extrapolación a otros estados miembros con problemas en su sistema financiero. Pero a continuación, con la actual velocidad de respuesta del ministro de finanzas alemán Schäuble, ha afirmado 48 hrs. después, que el modelo chipriota no es aplicable a otros socios.
¿Cómo es posible, sabiendo los problemas que Chipre venía arrastrando, que se dejara para último momento las decisiones de fondo? ¿No pudo ser impulsada la necesaria reforma hace cuatro meses, por ejemplo, sin dar rienda suelta al pánico y al contagio como ocurriera con Grecia?
¿Qué tipo de seguridad jurídica respetan los líderes actuales cuando la barrera de los depósitos inferiores a los 100.000€ es inviolable?
¿Recién ahora se dan cuenta que es un paraíso fiscal y que es uno de los principales inversores en Rusia, obviamente falso, porque es el dinero blanqueado el que regresa al coloso ruso?
¿Por qué lo dejaron entrar en la UE sabiendo cuál era su estructura bancaria desde hace años?
El problema que subyace en la crisis de crecimiento europeo que no tenemos, en haber tenido el euro jaqueado durante los últimos dos años y un largo etc. es político.
Desde Governance2014 instamos a los líderes europeos a convocar de urgencia una CUMBRE EUROPEA para poner en marcha la necesaria UNIÓN BANCARIA y Supervisor Bancario único mucho antes de 2014, dejando así libre de sospechas a la canciller Merkel que se le atribuye responsabilidad directa en su dilación.
Es necesario impedir que ningún país comunitario pueda ser paraíso fiscal, ni siquiera Luxemburgo.
El mal funcionamiento del sistema financiero es la causa de todos estos males; la banca tiene que ser estrechamente regulada ya que han demostrado su falta de responsabilidad.
El hecho de que se dejen caer los bancos que hagan falta es necesario, ya que esto hará que los ejecutivos bancarios se piensen dos veces comercializar ciertos productos financieros y asumir ciertos riesgos a sabiendas que no se van a ver afectados. Aunque las reglas deben ser claras y no afectar a los depositantes y ahorradores. Otra cosa es accionistas e inversores.
Por encima del principio de solidaridad de los países de la UE tiene que exigirse el principio de responsabilidad y la exigencia de la propia ley
El tiempo va demostrando que la liquidación de bancos ineficientes debía haber sido una de las medidas para solucionar estas crisis bancarias, pero había que haberlo abordado con una terapia diferente. Por supuesto, los sistemas financieros no soportan terapias de choque.
Es urgente además la adopción de políticas de crecimiento en la UE para evitar que la austeridad ahonde en la herida de las entidades financieras. Si no se requerirán mayores provisiones en la banca europea por el debilitamiento económico, sobre las cuales los acreedores actuales de los bancos difícilmente tendrán la culpa.