El Centro Criptológico Nacional  (CNN), organismo adscrito al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y responsable de la coordinación pública estatal de las distintas capacidades de respuesta a incidentes, publicó su informe de Buenas Prácticas en Redes Sociales (PDF) en el que recoge algunos de los principales riesgos aparejados al uso de este tipo de herramientas de comunicación utilizados por el 42% de la población mundial (3.196 millones de personas). Entre estos riesgos, el documento señala los casos de Ingeniería social, robo o suplantación de identidad, ciberacoso o cyberbullyng, perjuicio reputacional, publicidad dañina o engañosa, criminalidad en el mundo físico o distribución de malware (phishing y pharming).

Centramos nuestra actividad en smartphones y tabletas, redes sociales o aplicaciones sobre las que no tenemos ningún control y de las que desconocemos su nivel de seguridad

Actualmente nuestra dependencia de la tecnología es absoluta y en muchos casos centramos nuestra actividad en smartphones y tabletas, redes sociales o aplicaciones sobre las que no tenemos ningún control y de las que desconocemos su nivel de seguridad. 

El informe alerta de la ingente cantidad de datos que sobre nuestra persona pueden circular por el ciberespacio  lo que incrementa el riesgo de que sean utilizados maliciosamente, y ofrece una serie de consejos para hacer un uso seguro y responsable de estas herramientas de comunicación.

Como mínimo deberías dedicar unos minutos a leer este decálogo

Merece la pena descargar el informe y leerlo con detenimiento. Si no tienes tiempo, como mínimo deberías dedicar unos minutos a este decálogo:

  1. Un sitio permanente encabezado por fotografías, datos personales e información sobre
    estudios, profesión, gustos, intereses, amigos y familia proporciona mucha más información de la persona que su DNI o Pasaporte. Además, quedaría a la vista de todo el mundo. Es clave, prestar atención a cómo uno define su perfil en redes sociales, ya que será la carta de presentación de su identidad en el ciberespacio.
  2. Reflexionar sobre los contenidos que se comparten en redes sociales. Cada vez más personas y empresas observan y analizan las redes sociales para adoptar un juicio sobre otras personas. Si se quiere un juicio justo, se han de controlar los propios contenidos.
  3. No compartir contenidos sensibles sobre la vida personal o la de otros en redes sociales: documentos identificativos, números de teléfono, direcciones postales, localizaciones exactas, identificadores de vehículos, etc. Cuanto más contenidos de este tipo se compartan, más probabilidades hay de ser víctima de un robo de identidad, de ciberacoso u otra conducta ilícita que utilice esa propia información para perjudicar al usuario.
  4. En el ciberespacio aplica el principio de “prevención ante lo desconocido”. No hacer clic en contenidos sobre los que no se tenga claro su origen o propósito y aumentar la cautela ante mensajes de identidades desconocidas. En definitiva, huir de la tentación de todo aquello que cuanto más desconocido, más atractivo parece.
  5. Proteger el acceso a los perfiles en redes sociales con contraseñas fuertes utilizando dos factores de autenticación donde sea viable.
  6. Controlar la geolocalización de perfiles y contenidos en redes sociales. Desactivar la
    geolocalización por defecto en el menú de configuración de los perfiles y hacer un uso
    inteligente de la misma, pensando en cada caso si interesa que los demás tengan un mapa de tu vida o de parte de ella.
  7. Comprobar la configuración de privacidad tanto en el perfil como en los contenidos que se comparten. Tomar consciencia de que el ciberespacio está lleno de ojos digitales y que se debe mostrar únicamente lo que se está seguro que cualquiera pueda ver. Ante la duda, mantener la información privada para amigos y contactos.
  8. No difundir información privada sobre otras personas sin su consentimiento y no etiquetar por su nombre a otras personas que no tienen perfil en redes sociales sin solicitar previamente su permiso para hacerlo.
  9. Cuidar y proteger las relaciones en el ciberespacio. Mantener en privado la lista de contactos y analizar en detenimiento las solicitudes de amistad de desconocidos.
  10. Adoptar la consciencia de que la primera línea de defensa para la protección en el ciberespacio es uno mismo. De esta manera, la ayuda que instituciones y organizaciones de ciberseguridad presten será mucho más eficiente y uno mismo será de ayuda inapreciable para mantener unas redes sociales seguras.
FuenteCentro Criptológico Nacional 
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Enrique Pampliega
Con más de tres décadas dedicadas a integrar la geología con las tecnologías digitales, he desempeñado múltiples funciones en el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) desde 1990. Mi trayectoria incluye roles como jefe de administración, responsable de marketing y calidad, community manager y delegado de protección de datos. He liderado publicaciones como El Geólogo y El Geólogo Electrónico, y he gestionado proyectos digitales innovadores, como la implementación del visado electrónico, la creación de sitios web para el ICOG, la ONG Geólogos del Mundo y la Red Española de Planetología y Astrobiología, ente otros. También fui coordinación del GEA-CD (1996-1998), una recopilación y difusión de software en CD-ROM para docentes y profesionales de las ciencias de la Tierra y el medio ambiente. Además de mi labor en el ICOG, he participado como ponente en eventos organizados por Unión Profesional y la Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid, abordando temas como la calidad en el ámbito colegial o la digitalización en el sector. También he impartido charlas sobre búsqueda de empleo y el uso de redes sociales en instituciones como la Universidad Complutense o el Colegio de Caminos de Madrid. En 2003, inicié el Blog de epampliega, que en 2008 evolucionó a Un Mundo Complejo. Este espacio personal se ha consolidado como una plataforma donde exploro una amplia gama de temas, incluyendo geología, economía, redes sociales, innovación y geopolítica. Mi compromiso con la comunidad geológica fue reconocido en 2023, cuando la Asamblea General del ICOG me distinguió como Geólogo de Honor. En 2025 comienzo una colaboración mensual con una tribuna de actualidad en la revista OP Machinery.

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