Hace un par de días al abrir Twitter me llegaron comentarios y conversaciones de todo tipo sobre algo llamado Mastodon. Brujuleando, en unos minutos me quedó claro, una especie de Twitter que al pronto me recordó a Picotea, el que quiso ser el Twitter español.
Mastodon nació en 2016 y acumula más de 2 millones de usuarios. La principal diferencia con las redes más potentes es la ser libre y de código abierto. Una alternativa descentralizada a plataformas comerciales, que evita el riesgo de que una única compañía monopolice tu comunicación presentándote la información que considera oportuno en función de sus intereses mientras utiliza tus datos personales con, como dice un amigo, aviesas intenciones. En Mastodon das una dirección de correo electrónico, una clave, y punto.
Eres una persona, no un producto
Dado que no existe un gran hermano como en el resto de plataformas el control se estructura en servidores descentralizados que mantienen los usuarios y denominan instancias. Suena bien, una vuelta a los principios del viejo Manifiesto Cluetrain. Hace años dimos la libertad que teníamos en los inicios de la red a las plataformas comerciales que asociadas a los dispositivos personales nos llevaron a jugar en su terreno, en su internet particular, con sus reglas. Mastodon no está exenta de reglas, pero estás las ponen los usuarios, de momento.
Mastodon se centra en nuestro círculo de amistades e intereses, lo que facilita que se creen lo que se conocen como «cámaras de eco». Burbujas informativas donde el contenido que vemos casi siempre estará muy ligado a lo que buscamos. Y esto puede llegar a ser negativo, ya que nos impide tener una visión más general, amplia y diversa de lo que está pasando.
Nada de publicidad, nada de minado de datos. No hay ninguna autoridad central
Habrá que seguir la evolución de Mastodon y la defensa que harán el resto de plataformas. De momento este mastodonte es solo una hormiga comparado con los grandes. Pero hace antes de ser grandes, las plataformas comerciales fueron perfectas desconocidas, vea este vídeo y juzgue.