Desde mis inicios como trabajador -34 años de almanaque- he visto como la tecnología destruía puestos de trabajo. Ciertamente la misma tecnología ha creado empleos nuevos para los que el trabajador, eso sí, necesitaba de nuevas habilidades. Me viene a la mente un sábado de primavera, mediados los años ochenta del siglo pasado. Había creado un programa de facturación para una empresa y ese sábado saldrían las primeras facturas impresas en papel continuo. La impresora -matricial- comenzó su trabajo y en una hora teníamos todas las facturas del mes. Mientras marchaba con el director de la empresa y los más allegados a tomar una copa para celebrar aquel «adelanto» vi a un hombre con semblante triste que no aceptó la invitación, él hacía a mano las facturas, había perdido su empleo.

Hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado un informe sobre el futuro del empleo (‘Employment Outlook‘) y España no sale muy bien parada.

España supera la media de la OCDE de empleos en riesgo alto

La media de los trabajos que están en alto riesgo de automatización -en dos telediarios desaparecen- se sitúa en el 14%, siendo el país mejor posicionado Noruega (5,7%) y el peor la República Eslovaca (33,6%). Nuestro país, como no podía ser de otro modo, se encuentra en el furgón de cola (21,7%), o lo que es lo mismo, 4,2 millones de trabajadores. Solo nos superan Grecia, Eslovenia y Eslovaquia.

El 45,6% de los trabajos están en proceso de redefinición; un 14% en alto riesgo de automatización y un 31,6%, en significativo riesgo de cambio -en lugar de dos telediarios, tres-. En España el total asciende al 51,9%. Debido a la estructura productiva de nuestro país, superamos a la mayoría en el porcentaje de alto riesgo (21,7% frente a 14%) y un poco menos en el riesgo significativo (30,2%).

La situación de nuestro país que ve la OCDE está recogida en este PDF de dos páginas.

El informe aporta en sus inicios algo de optimismo y nos indica que la situación representa un riesgo tanto como una oportunidad, oportunidad con matices, claro.

Los trabajadores jóvenes y los trabajadores adultos sin estudios superiores son los que se enfrentan A los mayores riesgos

«La educación (inicial) y el aprendizaje de adultos serán esenciales para asegurar una transición serena entre los trabajos que desaparecen y los que se crean. Con todo, los trabajadores poco cualificados y atípicos tienen menores oportunidades de acceder a una formación que sus pares con trabajo estable y altamente cualificados. En España, en un año, sólo 45% de los empleados a tiempo definido y 32% de los trabajadores por cuenta propia participan en alguna formación, contra 56% de los empleados con contrato permanente y a tiempo completo.»

Además de reforzar la educación y la formación laboral, la organización reclama reforzar los derechos y la protección de los trabajadores atípicos, es decir, temporales, a tiempo parcial o por cuenta propia, pero con un solo pagador que supone al menos el 75% de sus ingresos, mediante las siguientes medidas: 

  • Combatiendo el falso trabajo por cuenta propia.
  • Eliminando incentivos fiscales que fomentan una errónea clasificación de los trabajadores. 
  • Extendiendo la protección a la zona gris situada entre el trabajo por cuenta propia y el empleo dependiente, incluyendo a los trabajadores de plataforma.
  • Reequilibrando el poder de negociación, actualmente favorable a los empleadores.

El informe recuerda que en España hay casi un 20% de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis), mientras que alerta de que aquellos que sí trabajan están en riesgo de acceder a un empleo precario, al igual que las mujeres o los trabajadores de mediana edad sin estudios superiores.

Afortunadamente, en nuestro país -donde la sombra de Caín siempre vaga errante- nuestros políticos patrios, esos que han de poner en marcha las medidas para minimizar los riesgos y aprovechar las oportunidades de las que habla la OCDE, se han dedicado a hablar sobre esto en profundidad en los dos debates televisados antes de las elecciones que se celebraran en unos días. Me apetecía terminar en modo irónico.

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Enrique Pampliega
Con más de tres décadas dedicadas a integrar la geología con las tecnologías digitales, he desempeñado múltiples funciones en el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) desde 1990. Mi trayectoria incluye roles como jefe de administración, responsable de marketing y calidad, community manager y delegado de protección de datos. He liderado publicaciones como El Geólogo y El Geólogo Electrónico, y he gestionado proyectos digitales innovadores, como la implementación del visado electrónico, la creación de sitios web para el ICOG, la ONG Geólogos del Mundo y la Red Española de Planetología y Astrobiología, ente otros. También fui coordinación del GEA-CD (1996-1998), una recopilación y difusión de software en CD-ROM para docentes y profesionales de las ciencias de la Tierra y el medio ambiente. Además de mi labor en el ICOG, he participado como ponente en eventos organizados por Unión Profesional y la Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid, abordando temas como la calidad en el ámbito colegial o la digitalización en el sector. También he impartido charlas sobre búsqueda de empleo y el uso de redes sociales en instituciones como la Universidad Complutense o el Colegio de Caminos de Madrid. En 2003, inicié el Blog de epampliega, que en 2008 evolucionó a Un Mundo Complejo. Este espacio personal se ha consolidado como una plataforma donde exploro una amplia gama de temas, incluyendo geología, economía, redes sociales, innovación y geopolítica. Mi compromiso con la comunidad geológica fue reconocido en 2023, cuando la Asamblea General del ICOG me distinguió como Geólogo de Honor.

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