¿Qué es la competitividad, y cómo se mide?

Según el Foro Económico Mundial (WEF), es el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país; la productividad es esencial porque determina el nivel de crecimiento de un país, del cual depende el nivel de ingresos y el bienestar de la población. Aunque la productividad es el factor principal que determina la competitividad de un país, hay que destacar que también influyen otros factores, como las innovaciones, el nivel de desarrollo tecnológico, o la formación de los trabajadores.

Competitividad es el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país

Para comprender los índices de competitividad de China con respecto a su región (Asia-Pacífico) y su evolución desde principios del siglo XXI, se han seguido las directrices del WEF, que establece un índice de competitividad basado en 3 áreas principales (requerimientos básicos, potenciadores de la eficiencia, e innovación y sofisticación), subdivididas a su vez en 12 áreas diferentes, que nos permiten conocer mejor los factores implicados en la productividad del país:

  • Requerimientos básicos: aquellos que se desarrollan primero en cualquier país, engloban cuestiones como la calidad de las instituciones, las infraestructuras utilizadas y que permiten que exista una producción a gran escala; también se mide la estabilidad a nivel macroeconómico, y la salud y educación básica de la población, sin las cuales, es imposible que los trabajadores puedan producir.
    • Instituciones: transparencia de las administraciones públicas, respeto a los derechos humanos, independencia de la justicia, seguridad, gobernanza, etc.; a su vez se mide la eficiencia de las instituciones públicas y privadas.
    • Infraestructura: una infraestructura adecuada es vital para el desarrollo económico y el bienestar de un país; se mide la calidad de las infraestructuras de producción, energía, transporte y comunicaciones.
    • Estabilidad del entorno macroeconómico: refleja la estabilidad económica, aplicación de políticas monetarias y fiscales, nivel de deuda y tasa de ahorro.
    • Salud y educación primaria: nivel, calidad y eficiencia de la sanidad y educación básica; estos dos pilares son básicos no solo para la producción, sino que también afectarán directamente a la eficiencia económica y a las posibles innovaciones que se puedan desarrollar.
  • Potenciadores de eficiencia: para que la economía crezca, es necesario que se mejore la formación de la población, además es necesario medir también la eficiencia de los mercados laboral y productivo, así como el nivel de desarrollo tecnológico y el tamaño de los mercados.
    • Educación secundaria y formación superior: este indicador muestra la calidad de la educación secundaria y superior, así como la cantidad de personas que tienen esta formación, y cuántos de ellos están empleados en los puestos para los que han estudiado.
    • Eficiencia de los mercados de productos: aquí se estudia la demanda agregada, el nivel de producción, y la competencia con otros países.
    • Eficiencia en el sector laboral: mide la flexibilidad, estabilidad y eficiencia del mercado laboral, así como la meritocracia y la igualdad de género.
    • Desarrollo del mercado financiero: aquí se mide la estabilidad e integridad de los mercados financieros, y la confianza en el sistema bancario.
    • Preparación tecnológica: mide el nivel de adopción de nuevas tecnologías, tanto por parte de la población como de las empresas; también se mide la eficiencia y uso de las TIC.
    • Tamaño del mercado: comparando las exportaciones e importaciones realizadas.
  • Innovaciones y sofisticación: una vez que el país y su economía se van desarrollando, y mejora la formación de sus ciudadanos, es cuando se puede invertir en innovaciones y sofisticaciones, puesto que es necesario que exista una importante base de conocimientos que permitan desarrollar estas áreas, las cuales mejoran aún más la producción.
    • Sofisticación de los negocios: avances que mejoran la eficiencia de los negocios en el país.
    • Innovación: capacidad para crear e implementar nuevos procesos tecnológicos que puedan mejorar y aplicarse en cualquier área.
Ilustración 1: los 12 factores que forman el índice de competitividad. EN el interior del círculo, podemos ver a qué área pertenece cada uno. Fuente: World Economic Forum.

Como podemos observar, este índice está formado por múltiples áreas, las cuales pueden ser afectadas de distinto modo por las políticas interiores y exteriores del país, conflictos o situación geopolítica. Estos indicadores reciben una determinada puntuación; sumando todas estas áreas, se obtiene una puntuación entre 0 y 100 (siendo 0 competitividad nula, y 100 competitividad máxima), la cual determina la posición del país en el ranking global de competitividad. Así se puede conocer si un país tiene una economía más exitosa que permite mejorar las condiciones de vida y bienestar de la población, al tiempo que permite el desarrollo de nuevas empresas, crear innovaciones y mejorar la inversión, tanto nacional como extranjera.

Competitividad en China: evolución

En nuestro caso, como queremos estudiar la economía china y su competitividad, nos centraremos en explicar las valoraciones generales en estas doce áreas y sus posibles causas; posteriormente, estudiaremos su evolución en las últimas décadas, y finalmente, estableceremos su situación actual con respecto a su región, destacando especialmente las variaciones dadas por la pandemia de Covid-19.

Si estudiamos las posiciones ocupadas en este ranking desde 2007, podemos observar una tendencia a mejorar la competitividad:

Gráfico 3: Posiciones del ranking de competitividad global ocupadas por China en los últimos 15 años. Fuente: Knoema. Elaboración propia.

Desde el año 2007, en que este país ocupaba el puesto 34, hasta los últimos datos de 2021 (aunque se trate de estimaciones, ya que en 2020 no se calculó el índice utilizado), en que vemos que ocupa el puesto 28, comprobamos que este país ha mejorado su posición en cuanto a la competitividad mundial. Dado que la competitividad no solo depende de un factor, hemos considerado adecuado subdividir el estudio en las 12 áreas mencionadas y comprobar su evolución y posibles causas, de forma que podamos entender cómo se ha llegado hasta la situación actual.

Las diferentes áreas de competitividad de China

Observando los datos obtenidos de la plataforma Knoema, de los cuales hay registro desde 2007 (aunque en tres áreas hasta 2017 no hay datos, como Adopción de nuevas tecnologías, Educación secundaria y formación superior, y Mercados productivos) hasta 2019, podemos comprobar los puestos ocupados en las diferentes áreas y su evolución, y destacaremos aquellas áreas que hayan sufrido más cambios. Hay que advertir que estos son los datos relativos al periodo anterior a la pandemia; en el año 2020, los organismos económicos internacionales encargados de realizar el ranking de competitividad resolvieron no publicar un ranking, sino centrarse en medidas que pudieran mejorar la situación económica durante y después de la pandemia. Por eso, los datos presentados alcanzan hasta el año 2019, y en el apartado correspondiente, se explicará la evolución de la competitividad en 2020 con los nuevos cálculos y datos:

Tabla 1: Evolución de las diferentes áreas de competitividad de China entre 2007 y 2019. Fuente: Knoema. Elaboración propia.

China cae al puesto 39 de estabilidad macroeconómica por la guerra comercial con EEUU

Como podemos observar, y teniendo en cuenta que el ranking está formado por 137 países, y que en esta tabla se presentan los puestos ocupados en cada una de las áreas por China, este país ha ido escalando en la mayoría de las áreas desde el año 2007, excepto en la eficiencia del mercado laboral y la estabilidad macroeconómica. A continuación, estudiaremos cada área:

  1. Instituciones: observamos que la situación de las instituciones en China ha ido escalando en el ranking mundial, desde ocupar el puesto 77 al 58; aun así, se observa una curiosa tendencia: desde el año 2003 y hasta 2013, el gobierno estuvo ocupado por Hu Jintao, como se puede ver en sus últimos 6 años, las instituciones mejoraron en el ranking, lo que quiere decir que la transparencia, seguridad e independencia de los poderes del país mejoraron bajo  su mandato; pero en 2013, con el cambio de gobierno, aparentemente el estado de las instituciones ha ido empeorando paulatinamente (especialmente hasta 2018). Es posible que el nuevo gobierno ejerciera una mayor censura y autoritarismo, que se vio reflejado en las instituciones y su calificación.
  2. Infraestructura: aunque se han producido altibajos en esta área, la tendencia es a mejorar en el ranking: los aumentos en el PIB han permitido mejorar las infraestructuras en este país, lo que implica una gran mejora en este índice.
  3. Estabilidad del entorno macroeconómico: aquí se puede observar un gran descenso en el ranking, particularmente desde 2018;  a pesar de la recuperación de puestos desde 2007, en este año se produce un cambio de tendencia: el inicio de una guerra comercial con Estados Unidos, conflicto que se inició con la imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos a los productos chinos (especialmente al acero y al aluminio),  y que repercutió gravemente en la economía de ambos países; en el caso de China, provocó una caída en el ranking de estabilidad macroeconómica, que aún no se ha recuperado. Aun así, las inversiones de este país en infraestructura permitieron subsanar estos problemas y mantener el puesto en el ranking general de competitividad; al mismo tiempo, mejoró su producción industrial.
  4. Salud y educación primaria: se observa una tendencia a mejorar en este ranking desde el año 2007; ambos servicios son públicos (aunque no universales), y el permitir un mayor acceso a la población ha contribuido a que mejore la posición de esta área.
  5. Educación secundaria y formación superior: aunque solo hay registros desde 2017, parece que ha ido disminuyendo en el ranking.
  6. Eficiencia de los mercados de productos: apenas se han producido variaciones en los últimos años, manteniendo casi la misma posición en el ranking.
  7. Eficiencia en el sector laboral: teniendo en cuenta que existe poca igualdad de género en el mercado laboral de este país, a la escasa flexibilidad y meritocracia, observamos que China ha ido cayendo en el ranking.
  8. Desarrollo del mercado financiero: la paulatina apertura de sus mercados, que han pasado de formar parte de una economía planificada a un sistema que combina características del socialismo y del capitalismo, ha permitido el desarrollo de los mercados financieros; podemos observar este efecto en su ascenso en el ranking.
  9. Preparación tecnológica: pese a que solo tenemos datos de 2017 a 2019, se observa el enorme salto tecnológico en esta área: la inversión en nuevas tecnologías y su uso intensivo por parte de la población, de las empresas y del propio Estado (como por ejemplo, con su sistema de crédito social) han causado que se avance en la posición ocupada. Aparentemente, y observando el gran salto en el ranking dado por China en pocos años, la razón de que Estados Unidos sancionara e impusiera aranceles a los productos chinos vienen dadas por el miedo de este país al gran desarrollo de China en alta tecnología (y no por su déficit comercial), lo que podría perjudicar a Estados Unidos y otros países.
  10. Tamaño del mercado: dada su población y el tamaño del país, China fue hasta 2015 el segundo mayor mercado del mundo; en 2016, superó a Estados Unidos.
  11. Sofisticación de los negocios: tal y como se ha explicado antes, el sistema económico ha pasado a incorporar características capitalistas, lo que ha permitido mejorar la eficiencia de los negocios.
  12. Innovación: estos avances tecnológicos generados gracias a una mayor inversión han permitido que se mejore en el ranking.

China ha mejorado su posición en el ranking global de competitividad a lo largo de los últimos años; algunos de sus indicadores han mejorado y otros empeorado, pero sin duda, donde se han producido las mayores variaciones han sido en los índices de estabilidad macroeconómica, en el desarrollo de los mercados financieros, en preparación tecnológica, sofisticación de los negocios, y en innovaciones.

Como hemos podido comprobar, China ha mejorado su posición en el ranking global de competitividad, al menos hasta el año 2019, pese a las guerras comerciales y sanciones impuestas por otros países. A continuación, veremos su competitividad comparada con la de su región, Asia-Pacífico, y si su tendencia competitiva es única en la región, o, por el contrario, es una tendencia que también se da en el resto de países.

Competitividad comparada entre China y la región Asia-Pacífico

La región de Asia Oriental y Pacífico está formada por 17 países, que engloban tres de las mayores economías del mundo (China, Japón e Indonesia).  Esta región, teniendo en cuenta los últimos datos del ranking de competitividad, del año 2019, es la más competitiva del mundo.

Gráfico 4: Comparación entre los resultados obtenidos en los doce pilares de competitividad entre China y la media de la región Asia-Pacífico. Fuente: Informe de competitividad global de 2019; Foro Económico Mundial. Elaboración propia

Si comparamos los resultados obtenidos en los doce pilares que forman el índice de competitividad de China con la media de su región para el año 2019 (véase el gráfico 4), podemos observar que:

  1. Pese a que entre los países que forman esta región existe una gran heterogeneidad de puntuaciones en estos pilares, la media es similar a las puntuaciones obtenidas por China.
  2. Existe una diferencia entre la media de la región y este país en cuento a la puntuación dada al tamaño del mercado: el mercado chino es mucho mayor que el del resto de países de esta región; de hecho, en los últimos años, China ha pasado a ser el mayor mercado del mundo.
  3. Pese a la guerra comercial con Estados Unidos y a la imposición de aranceles a sus productos, la estabilidad macroeconómica sigue siendo superior a la media de su región.
  4. Las puntuaciones obtenidas en las instituciones y eficiencia del mercado laboral son ligeramente inferiores a la media de la región.

El mercado chino es considerablemente mayor que el resto de países de la región

Como se puede observar, China no difiere mucho en materia de competitividad con el resto de países de su región. Se encuentra entre los países mejor situados de la región, y es posible que de 2019 en adelante hubiera seguido avanzando y mejorando sus índices. Sin embargo, a principios de 2020, en la región de Wuhan surgió un nuevo tipo de coronavirus, que ha puesto en jaque no solo a este país, sino a todo el mundo.

El año de la pandemia: cómo ha afectado a la economía y la competitividad

Como hemos comprobado China ha mejorado su posicionamiento en el ranking global de competitividad durante los últimos años, y en apariencia, podría haber seguido escalando puestos, sin embargo, a principios de 2020, el estallido de la pandemia por Covid-19, ha llevado a que el WEF,  encargado de realizar los rankings e índices de competitividad, haya preferido no publicar aún los resultados del ranking para el año 2020, prefiriendo centrarse en medidas para paliar los efectos de la pandemia. Por eso, para este año, no podemos utilizar este índice como indicador de la evolución de la competitividad china, y en base a él comprobar si la pandemia ha afectado a la competitividad. Es complicado establecer cómo hubiera evolucionado China en el ranking este año, puesto que algunos de sus indicadores, como las instituciones, dada la deriva autoritaria del gobierno, probablemente continuarían disminuyendo y haciendo perder puestos en el ranking; o como la estabilidad macroeconómica, ya que este país sigue en guerra comercial con Estados Unidos, al mismo tiempo que ha aumentado su deuda para paliar los costes generados por la pandemia. Pero, por otro lado, indicadores como la eficacia de los mercados de productos, habrían mejorado su posición, puesto que el auge del comercio electrónico durante la pandemia ha contribuido a aumentar el tamaño, posicionamiento y competitividad de este sector, como veremos en otros apartados.

Sin embargo, y a pesar de que no se haya elaborado el índice que estamos utilizando para evaluar la competitividad de China, tenemos otras formas de aproximarnos a la evolución de la competitividad: el Foro Económico Mundial ha identificado una serie de conceptos relativos a los 12 pilares de la competitividad, y que serán necesarios para la reconstrucción de la economía tras la pandemia; después se han creado indicadores relacionados, se han recopilado los datos, y se ha establecido la posible evolución de la competitividad. A continuación, se presentan estos indicadores con la puntuación obtenida por China (entre 0 y 100), lo que nos dará una idea de su evolución en los próximos años:

INDICADORES CREADOS TRAS LA PANDEMIAPUNTUACIÓN
Garantizar que las instituciones públicas incorporen principios de gobernanza sólidos y una visión a largo plazo, y que generen confianza a sus ciudadanos64.3
Mejoras a nivel de infraestructura para acelerar la transición energética y ampliar el acceso a la electricidad y las TIC77.5
Estudiar la creación o modificación de impuestos más progresivos para las corporaciones, la riqueza y el trabajo, a nivel nacional y en un marco cooperativo internacional58.1
Actualizar los planes educativos y ampliar la inversión en las habilidades necesarias para los trabajos del futuro67.0
Repensar las leyes laborales y la protección social para la nueva economía, así como las nuevas necesidades de la fuerza laboral64.4
Ampliar la infraestructura, acceso e innovación para el cuidado de personas mayores y niños, y mejorar la inversión en sistemas sanitariossin datos
Incentivar inversiones y recursos financieros para el largo plazo; fortalecer la estabilidad y expandir la inclusión72.8
Repensar los marcos de competencia y antimonopolio necesarios en la Cuarta Revolución Industrial, asegurando el acceso al mercado, tanto a nivel local como internacional71.8
Facilitar la creación de «mercados del mañana«, sobre todo cuando se requiera una colaboración pública y privada49.7
Mejorar e incentivar las inversiones en investigación para crear nuevos mercados50.0
Incentivar que las empresas fomenten la inclusión y la equidad79.2
Tabla 3: indicadores de desempeño en las prioridades de transformación económica tras la pandemia, datos correspondientes a China en 2020. Fuente: Informe de Competitividad Global Edición Especial 2020, sección 5; Foro Económico Mundial. Elaboración propia.

China tiene una puntuación alta en la mayoría de los indicadores, especialmente en aquellos relacionados con la tecnología y la inversión. Sin embargo, observamos que la peor puntuación se obtiene en lo relativo a la creación de nuevos mercados que requieran colaboración pública y privada; al mismo tiempo, resulta sorprendente que en el país en que se originó la pandemia, y que se tuvo que enfrentar en primer lugar con los consabidos problemas de saturación de hospitales, restricciones, confinamientos, etc., no tenga datos acerca de la infraestructura que deberá crearse en un futuro para asegurar el cuidado de personas vulnerables, así como de la mejora de los servicios sanitarios públicos.

Parece probable, en vista de los datos del año 2020, que China puede mantener su posición en el ranking de competitividad, pero si no quiere perder posiciones (lo que le llevaría a un empeoramiento económico y social), quizá debería realizar inversiones y mejoras en sus sistemas sanitarios y educativos, puesto que son la base de la productividad.

Aun así, una de las áreas económicas que más se han desarrollado en los últimos años, y que han ayudado a que este país sea más competitivo, es el sector del comercio electrónico, que trataremos en el siguiente post sobre China.

Bibliografía


Imagen de Kurious en Pixabay


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