En medio de estos días implacablemente ardientes, llegaron a mis manos varios artículos sobre la transición hacia una economía neutra en emisiones. En este rompecabezas de transformación, el hidrógeno emerge como la pieza central, especialmente en un momento en que Europa busca reducir al máximo las importaciones de hidrocarburos rusos. Encontré refugio en las páginas olvidadas del libro «La Economía del Hidrógeno» (2002) escrito por Jeremy Rifkin. Fue aquí donde me sumergí por primera vez hace años en las maravillas de este sencillo elemento químico, el cual ostenta el título de ser el más abundante en todo el universo. El agua contiene hidrógeno, al igual que los hidrocarburos constituyentes de los combustibles fósiles y de los organismos vivos. Llegados a este punto, surge el interrogante: ¿Cómo se produce el hidrógeno? Recordemos que la electrólisis posibilita la separación del agua en hidrógeno y oxígeno, mediante un proceso que solo requiere energía eléctrica y no genera emisiones. Debido a esto, la producción de hidrógeno electrolítico será limpia en la medida en que lo sea la electricidad empleada para su obtención. No obstante, ¿es este el único método disponible? ¿Existen posibles desventajas?
La electricidad ha permitido descomponer el agua en sus elementos primitivos, lo cual hará que se convierta en una fuerza poderosa y manejable
Julio Verne: La isla misteriosa
En mi rescate vino una interesante charla que recientemente se ha impartido en el Colegio Oficial de Geólogos, «Requerimientos Minerales para la transición Energética», y es que, para producir el hidrógeno, algo fundamental es la minería.
El ponente, el Dr. José María González Jiménez, un experto en Geología, desentraña de manera didáctica las complejas implicaciones geopolíticas de esta crucial transformación energética, que se ha convertido en un desafío central en las políticas energéticas de numerosos países. Específicamente, se aborda el suministro de minerales críticos (como cobalto, litio, tierras raras y elementos del grupo del platino) esenciales para el desarrollo tecnológico que requiere esta transición. Los análisis socioeconómicos más actuales realizados por el Banco Mundial proyectan aumentos de casi un mil por ciento en la demanda de determinados minerales para el año 2050, anticipando escasez en regiones desarrolladas que aún no cuentan con producción propia. Un caso destacado es Europa, donde las importaciones de minerales clave para la fabricación de tecnologías verdes representan actualmente el 95% anual, debido a la falta de producción interna. Estos minerales son catalogados como críticos o estratégicos, siendo objetivos prioritarios en la investigación científico-tecnológica y la exploración minera.
La denominada transición energética es principalmente una transición extractiva (hidrocarburos por metales/minerales)
Dr. José María González Jiménez
Es esencial destacar que España cuenta con valiosos recursos de algunos de estos minerales estratégicos, cuya utilización podría generar un impacto significativo en la reducción de nuestra alta dependencia exterior. Sin embargo, nos encontramos en una sociedad que aspira a ser más «verde», pero no está dispuesta a afrontar el costo de tener una explotación minera en su localidad. En este contexto, resulta altamente recomendable la lectura del artículo titulado: ¿Es posible hoy una minería sostenible en España?: “NO EN MI PUEBLO”.
Los yacimientos minerales, a diferencia de otras industrias, no se pueden deslocalizar
Dr. José María González Jiménez
Con base en lo expuesto, apreciado lector, te animo a visualizar el video de la presentación completa del Dr. González.