El viernes pasado, fui honrado con la distinción de Geólogo de Honor por parte del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG). Este reconocimiento tuvo lugar durante el cóctel anual que el ICOG celebra tradicionalmente en la temporada navideña. Después de un año repleto de malas noticias y desafíos de salud que aún persisten en los últimos días del año, en ese preciso momento, este emotivo acto logró levantar mi ánimo. Por ello, no pude más que expresar mi agradecimiento por esta distinción con unas palabras breves y atropelladas pero sinceras.
«Es un honor y un privilegio estar hoy frente a todos vosotros para recibir esta distinción. Me siento profundamente agradecido y emocionado al ser reconocido por el Colegio Oficial de Geólogos, una institución a la que llevo dedicados 33 años de mi vida profesional.
Recibir este reconocimiento es un testimonio de la generosidad y la calidez con la que he sido acogido por el colectivo de geólogos. Es un verdadero privilegio ser considerado merecedor de este honor, y quiero expresar mi gratitud a cada uno de vosotros por este gesto.
Es un verdadero privilegio ser considerado merecedor de este honor
Durante mi trayectoria profesional, he tenido el placer de colaborar con muchos de vosotros, compartiendo experiencias, conocimientos y aprendizajes. En este camino, he llegado a apreciar la dedicación, la pasión y la profundidad con la que cada geólogo aborda su labor diaria.
Quiero extender mi agradecimiento a los miembros de las distintas Juntas y Consejos de Gobierno, así como a compañeros y amigos que han sido mi guía en este viaje, compartiendo sus conocimientos y fomentando un ambiente de colaboración y compañerismo. Cada conversación, cada proyecto conjunto, ha sido una fuente constante de inspiración, y esta distinción es tanto suya como mía.
Es un honor formar parte de esta comunidad, y me comprometo a continuar contribuyendo, en la medida de mis posibilidades, al avance y la excelencia de este Colegio. Gracias a todos por este maravilloso reconocimiento y por hacer de este día una experiencia inolvidable.
¡Muchas gracias!»
De la mano del vicepresidente primero del ICOG recibí una placa que acredita la distinción y el recuerdo de ser él uno de los primeros geólogos que conocí hace hoy más de 33 años. Luego vendría un rato distendido en el cóctel que sirvió para encontrarme con compañeros y amigos. Sin duda, una experiencia inolvidable.