En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, la última enmienda de la norma ISO 9001 ha generado un profundo debate dentro de la comunidad de expertos en sistemas de calidad. Aprobada durante la reunión anual de ISO en 2023 mediante la Resolución 75/2023 del TMB, esta enmienda marca un hito significativo al incorporar el cambio climático como un aspecto clave a considerar en los sistemas de gestión de la calidad.
El trabajo exhaustivo realizado por el Grupo Conjunto de Coordinación Técnica sobre Normas de Sistemas de Gestión durante los últimos dos años ha culminado en la revisión del Apéndice 2 del Anexo SL, que proporciona un marco armonizado para las normas de sistemas de gestión y orientación para su implementación efectiva.
La inclusión del cambio climático en la norma ISO 9001 ha generado opiniones encontradas. Algunos argumentan que este tema ambiental podría desviar la atención del enfoque principal de la norma, que es garantizar la satisfacción del cliente y la mejora continua de los procesos. Sin embargo, otros defienden fervientemente esta enmienda, considerándola esencial en el contexto actual de crisis ambiental global.
La enmienda introduce un cambio significativo en el apartado 4. CONTEXTO de casi todas las normas ISO de sistemas de gestión. Se agrega un nuevo requisito relacionado con el cambio climático, con el objetivo de que las organizaciones consideren este tema relevante en sus sistemas de gestión.
Específicamente, en el apartado 4 se requiere ahora que las organizaciones evalúen si el cambio climático es un tema relevante que afecta su capacidad para lograr los resultados previstos de su sistema de gestión, además de identificar las partes interesadas pertinentes y sus requisitos, los cuales pueden incluir aspectos relacionados con el cambio climático.
A continuación, te presento los dos cambios clave introducidos por esta enmienda:
- Análisis de contexto:
- En el apartado “Comprensión de la organización y su contexto” de la norma ISO 9001:2015, se incluye un nuevo requisito al final del capítulo: “La organización debe determinar si el cambio climático es una cuestión pertinente”.
- Esto significa que debemos evaluar si el cambio climático afecta al desarrollo de nuestros procesos y si nuestra actividad contribuye al cambio climático.
- Aspectos como la subida de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones y la reducción de los recursos hídricos deben ser considerados en nuestra evaluación.
- Analizar la huella de carbono de nuestra organización nos ayudará a entender mejor nuestro impacto en la generación de gases de efecto invernadero y nuestra contribución al cambio climático.
- Partes interesadas:
- El apartado “Comprensión de las necesidades y expectativas de las partes interesadas” también se modifica a través de esta enmienda.
- No se trata de un requisito, sino de una “Nota”. Esta orientación nos dice: “Las partes interesadas pertinentes pueden tener requisitos relacionados con el cambio climático”.
- Si entre nuestras partes interesadas se encuentran la administración, la sociedad, los trabajadores o incluso algunos clientes, debemos considerar sus necesidades y expectativas frente al cambio climático en nuestro análisis anual.
Esta enmienda refleja el creciente reconocimiento de la importancia del cambio climático en el contexto empresarial y la necesidad de integrarlo en las prácticas de gestión. Al adoptar estas nuevas disposiciones, las organizaciones pueden mejorar su capacidad para gestionar los riesgos climáticos e identificar oportunidades para contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático.
En términos prácticos, la implementación de la enmienda implica considerar cómo el cambio climático puede afectar la capacidad de una organización para cumplir con la satisfacción de sus clientes y/o con los requisitos de calidad de sus productos o servicios. Esto puede incluir la evaluación de riesgos relacionados con eventos climáticos extremos, cambios en la disponibilidad de recursos o la estabilidad de la cadena de suministro.
Las organizaciones pueden incorporar acciones específicas en su sistema de gestión de calidad para abordar estos riesgos, como la diversificación de proveedores o la implementación de medidas de eficiencia energética en sus procesos.
En resumen, esta enmienda busca fomentar la concienciación sobre el cambio climático y promover prácticas sostenibles en los sistemas de gestión de calidad. La adaptación al cambio climático es fundamental para la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa de las organizaciones.