Hace treinta años, aún era un joven dispuesto a cualquier reto; la creación de notas de prensa constituía una de mis tareas cotidianas. Cada semana, con fervor y dedicación, me sumergía en el maremágnum informativo en busca del anzuelo que atrapara la atención de los medios de comunicación. Sin embargo, como los remolinos del tiempo no tienen piedad con nadie, mis días de redactar notas de prensa se desvanecieron entre otros quehaceres, otras historias, otros afanes.
Pero el destino, ese insaciable narrador que juega con nuestras vidas, ha decidido devolverme al redil de las perchas informativas. Y debo confesar que, al retomar esta labor, me veo obligado a rescatar del olvido conceptos que yacían sepultados en el baúl del pasado, como el sutil arte de la percha informativa, concepto que me recordó una buena amiga hace unos días.
¿Qué es, pues, esta escurridiza criatura que tanto ansía el periodista avezado? Es, en su esencia, el anzuelo que seduce la atención del hombre (o la mujer, claro) de prensa, ese fragmento de interés que lo incita a adentrarse en nuestra nota y, quién sabe, quizás plasmarla en las páginas de su medio de comunicación.
Es cierto, como bien se advierte, que lo que a uno le apasiona no necesariamente despierta la misma pasión en el otro. Por ello, es necesario armarse con los rudimentos de la comunicación y elaborar la nota de prensa con astucia, basándose en ese gancho informativo que, como cebo irresistible, atraerá las miradas hacia nuestro cometido.
Permítanme ilustrar este asunto con un ejemplo ficticio que, aunque mundano en su naturaleza, logra capturar la esencia de la percha informativa: el descubrimiento de un pequeño pueblo perdido en las montañas, donde sus habitantes conservan antiguas tradiciones que desafían el paso del tiempo. Aunque efímero, este relato sirve como pretexto para presentar el trabajo de un etnólogo que, con sus investigaciones, arroja luz sobre la preservación de culturas ancestrales en el mundo moderno.
Así pues, ¿se puede crear una percha informativa? Rotundamente sí. Uno mismo puede erigirse como arquitecto de su propio anzuelo noticiable, ya sea mediante la organización de eventos, la realización de encuestas o estudios, la publicación de informes o simplemente con una acción solidaria que despierte el interés del público y de los medios.
Y ¿por qué es crucial dotar a nuestra nota de prensa de una percha informativa? Porque toda historia necesita un factor noticiable que le insufle vida y autenticidad. Porque esa percha es el gancho que atrapa la atención del periodista y legitima nuestro contenido. Porque, en definitiva, es el primer paso hacia la conquista del ansiado espacio en los medios de comunicación.
Ahora, permítanme compartir cinco anzuelos básicos para engatusar a los medios:
- La fotografía como trampolín hacia los titulares: En el universo de la comunicación, una imagen vale más que mil palabras. Con una sola fotografía impactante, tu trayectoria hacia los titulares se acorta cada vez más.
- El poder de las efemérides: Anclar tu mensaje a algún hito del calendario, siempre y cuando sea de forma natural y no forzada, es una apuesta segura. Desde el Día de la Tierra, pasando por fechas menos conocidas como el Día del Geólogo, el calendario rebosa oportunidades. Basta con examinar las efemérides que concuerden con la esencia de tu empresa, producto o servicio, y ¡voilà!
- La actualidad como timón: Los periodistas son tripulantes del barco de la actualidad, y este siempre marca la dirección.
- Siguiendo las tendencias: Vivimos en una sociedad devota de las tendencias, y los medios de comunicación son sus fieles predicadores. Esto deja claro que cualquier asunto relacionado con las tendencias puede convertirse en carnaza suficiente para capturar la atención de una amplia gama de audiencias. Si estamos a las puertas del verano y se acercan las vacaciones, nada mejor que recomendar unos destinos para un viaje de ensueño.
- Los números, una delicia para los periodistas: Los datos y las cifras son el manjar predilecto de los periodistas. ¿Por qué? Porque les permite respaldar sus informaciones con información concreta y cuantificable. Cuando la fuente de tu historia carece de novedades, no hay mejor recurso que poner en marcha un estudio. La fiabilidad de los números nunca decepciona.
En este mundo vertiginoso donde la actualidad devora y descarta noticias con la misma celeridad con la que se desechan las hojas secas en otoño, la percha informativa emerge como un faro en la tormenta, guiándonos hacia el ansiado puerto de la visibilidad mediática. Pero recordad, amigos míos, que la rueda ya está inventada; lo que se precisa es ingenio, audacia y un ojo sagaz -veremos si esta neurona mía (si, sólo me queda una, pero gorda, muy gorda), da para una exitosa vuelta- para descubrir los enfoques novedosos que nos permitan alzar el vuelo en el vasto firmamento de la prensa.