El Infierno de Carmen Mola: Una sinopsis
Recientemente, he tenido el placer —y el desafío— de adentrarme en «El infierno» de Carmen Mola, un libro que no deja indiferente a nadie. La narrativa comienza en el convulso Madrid de la revuelta del general Juan Prim contra la reina Isabel II, una ciudad agitada por conspiraciones y enfrentamientos que marcarán para siempre a nuestros protagonistas, Leonor Morell y Mauro Mosqueira.
Leonor, una bailarina de origen humilde conocida como suripanta, encuentra en Mauro, un joven estudiante de medicina, un inesperado compañero en una aventura forzada por un homicidio involuntario. Para escapar de la cárcel y la muerte, Leonor acepta casarse con un acaudalado hacendado cubano, huyendo así a La Habana. Sin embargo, lo que promete ser un paraíso caribeño se transforma rápidamente en un infierno de esclavitud y opresión.
En Cuba, el destino de Leonor y Mauro vuelve a cruzarse, y juntos descubren una siniestra trama para asesinar a un grupo de terratenientes. En medio de plantaciones de azúcar, fiestas lujosas y un brutal sistema de esclavitud, la pareja debe encontrar una forma de sobrevivir y escapar de ese infierno.
Contexto histórico del libro
«El infierno» se sitúa en un período de gran agitación política y social tanto en España como en Cuba. Aquí detallo los dos contextos históricos clave que enmarcan la trama de la novela:
El Madrid revolucionario
La acción en Madrid se desarrolla durante la revuelta del general Prim contra la reina Isabel II, un período turbulento de la historia de esta España cainita. Este levantamiento, conocido como la «sargentada», tuvo lugar en 1866 y fue un intento fallido de derrocar a la monarquía isabelina. La ciudad estaba dividida entre los leales a la reina y los revolucionarios que buscaban cambios políticos radicales.
- General Prim: Figura central de la rebelión, Prim era un militar y político que lideró varias sublevaciones contra Isabel II. Aunque la sargentada fracasó, Prim continuó su lucha y eventualmente desempeñó un papel crucial en la Revolución de 1868, que llevó al destronamiento de la reina.
- La Sargentada: Esta sublevación militar, iniciada en el cuartel de San Gil, reflejaba el descontento de los sargentos y oficiales subalternos con el régimen isabelino. Aunque la rebelión fue sofocada, mostró la fragilidad del gobierno y la creciente presión por reformas.
La Cuba del XIX
La parte cubana de la novela refleja las tensiones y brutalidades de la vida en las plantaciones de azúcar, donde la esclavitud y la explotación eran rampantes. La Cuba de mediados del siglo XIX estaba marcada por la riqueza de los hacendados y la miseria de los esclavos.
- Esclavitud en Cuba: Durante este período, Cuba era uno de los principales productores de azúcar del mundo, y su economía dependía en gran medida del trabajo esclavo. Los esclavos africanos, chinos y españoles -gallegos en la novela- trabajaban en condiciones inhumanas en las plantaciones e ingenios azucareros.
- Deseos de independencia: Aunque aún bajo dominio español, ya empezaban a surgir movimientos independentistas en Cuba. La primera guerra de independencia, conocida como la Guerra de los Diez Años, comenzaría en 1868, apenas dos años después del período en el que se sitúa la novela.
La atmósfera opresiva de la plantación y la lucha por la libertad que enfrentan Leonor y Mauro reflejan estos contextos históricos de manera vívida y realista. Carmen Mola captura con precisión la tensión y la desesperación de estos tiempos convulsos, ofreciendo al lector una experiencia inmersiva que trasciende la mera narrativa.
Una recomendada lectura veraniega
«El infierno» es, sin duda, una lectura que recomiendo para estas jornadas estivales, lo que viene a ser un buen tinto de verano para relajar las neuronas. La habilidad de Carmen Mola para tejer una trama compleja, llena de giros inesperados y personajes profundos, hace que el libro sea difícil de soltar. La transición de los escenarios, desde el Madrid revolucionario hasta la Cuba del momento, está magistralmente lograda, transportando al lector a través del tiempo y el espacio con una precisión casi cinematográfica.
Además, Mola no se contenta con simplemente narrar una historia. La autora —o mejor dicho, esa hidra de tres cabezas que conforma Carmen Mola— aprovecha cada página para explorar temas profundos y oscuros de la naturaleza humana: la traición, la lucha por la libertad y el sacrificio personal. Es un thriller histórico que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión.
La obsesión de las suripantas
Sin embargo, mientras disfrutaba de la trama, no podía sacarme de la cabeza ese estribillo pegajoso: «Suri panta la suri panta, macatruqui de somatén; sun fáribun, sun fáriben, maca trúpiten sangarinén». Tal fue la insistencia de esta tonadilla que decidí investigar más sobre las suripantas, aquellas mujeres que, según la canción y la historia, desempeñaban papeles secundarios en las obras de teatro bufo del siglo XIX.
El término «suripanta» tiene sus raíces en el teatro bufo español, una forma de entretenimiento popular que mezclaba sátira, parodia y música. En 1866, Eusebio Blasco estrenó «El joven Telémaco» en Madrid, una opereta musical que introdujo este género en España. En una de sus escenas, un coro de chicas ligeras de ropa cantaba una canción con ese estribillo peculiar que ahora resuena en mi cabeza y que pretendía ser griego antiguo.
Las chicas del coro, rápidamente apodadas «suripantas» por el público, se convirtieron en figuras emblemáticas de la vida nocturna madrileña. Sin embargo, con el tiempo, el término degeneró para describir a mujeres de dudosa moralidad, reflejando las actitudes misóginas de la época. En 1925, la Real Academia Española incluyó «suripanta» en su diccionario, definiéndolo como «mujer ruin, moralmente despreciable» y «mujer que actuaba de corista o comparsa en el teatro».
Reflexiones finales
Sumergirme en «El infierno» ha sido una experiencia fascinante, no solo por la trama intrigante y los personajes bien construidos, sino también por la oportunidad de explorar y reflexionar sobre un término tan cargado de historia y connotaciones como «suripanta». Carmen Mola nos ofrece un viaje a través del tiempo que nos recuerda la riqueza y la complejidad de nuestro pasado.
Para quienes buscan una lectura que combine emoción, historia y una dosis de reflexión, «El infierno» es una elección acertada. Y para aquellos curiosos sobre las suripantas, la novela ofrece una ventana a un mundo donde estas mujeres jugaban roles mucho más complejos de lo que las simples definiciones podrían sugerir.
En estos días de verano, les invito a leer un buen libro, quizás «El infierno» de Carmen Mola, y dejarse llevar por la magia de la literatura. Y quién sabe, tal vez encuentren en sus páginas una canción que resuene en sus cabezas, invitándoles a descubrir más sobre nuestro fascinante y a menudo contradictorio pasado.
«Suri panta la suri panta, macatruqui de somatén; sun fáribun, sun fáriben, maca trúpiten sangarinén»… No consigo sacarlo de la molondra, y ya puestos, si se mezcla con “Y aserejé-ja-dejé.De jebe tu de jebere seibiunouva majavi an de bugui an de güididípi”, es una locura. Cosas del verano.