El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) de España, una de las iniciativas más ambiciosas impulsadas por el gobierno en respuesta a la crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19, se encuentra en un momento crucial. A medida que el país avanza en la ejecución de este plan, se han logrado hitos importantes, pero también han surgido retos significativos que podrían comprometer su éxito. Este post analiza los logros alcanzados y los desafíos que persisten, basándose en el exhaustivo informe elaborado por la unidad Next Generation de Llorente y Cuenca (LLYC), titulado «Avances hacia un futuro desafiante – Análisis de la ejecución del Plan de Recuperación en España hasta junio de 2024« que nos proporciona una visión detallada del estado actual de la ejecución del PRTR y ofrece recomendaciones clave para optimizar su impacto.
Compromisos alcanzados: Un hito significativo
Según el informe, a 30 de junio de 2024, España logró comprometer 70.526,52 millones de euros en subvenciones, superando así el monto inicial asignado por la Unión Europea (70.319 millones de euros). Este logro es un testimonio de la capacidad de España para movilizar recursos en un corto período, reflejando un avance significativo en la ejecución del PRTR. La Administración General del Estado (AGE) ha gestionado una parte sustancial de estos fondos, con 45.668 millones de euros, de los cuales una fracción se asignó en forma de Activos Financieros que no requerirán devolución a la UE. Las comunidades autónomas, aunque han recibido 24.858,18 millones de euros en transferencias, han visto disminuir su protagonismo en la gestión, lo que ha suscitado debates sobre la equidad y eficiencia de la distribución centralizada de los fondos.
La Adenda: Nuevos fondos, nuevos desafíos
La entrada en vigor de la Adenda al PRTR en enero de 2024, tal como se detalla en el informe de Llorente y Cuenca, ha marcado un nuevo capítulo en la ejecución de los fondos Next Generation EU en España. Esta Adenda ha introducido 83.140 millones de euros adicionales en forma de préstamos reembolsables y 10.342 millones de euros en subvenciones suplementarias, elevando el total de fondos comprometidos por España a 103.051 millones de euros. Aunque esta inyección de recursos amplía significativamente las oportunidades para acelerar la recuperación económica, también añade complejidad a la gestión y ejecución de los fondos.

La gestión de estos nuevos fondos reembolsables requiere una capacidad administrativa robusta y una eficacia operativa que, hasta ahora, ha mostrado ciertos desafíos. La lentitud en la adjudicación de estos recursos y la acumulación de remanentes no adjudicados, que ascienden a 11.144 millones de euros, evidencian la necesidad de optimizar los mecanismos de implementación para asegurar que estos fondos se utilicen de manera efectiva antes de que venza el plazo en 2026.
Ejecución y adjudicación: Una tarea pendiente
A pesar de los avances en el compromiso de fondos, la ejecución efectiva y la adjudicación de estos recursos siguen siendo áreas que requieren mejoras significativas. El informe destaca que, al cierre de junio de 2024, solo se había adjudicado el 52,9% del total de fondos en forma de subvención asignados a España. Este ritmo de adjudicación pone de relieve la necesidad de acelerar la distribución y utilización de los fondos restantes para cumplir con los objetivos del PRTR dentro del plazo establecido.
El análisis sectorial del informe revela que la movilidad sostenible sigue siendo el principal receptor de fondos, impulsada por las inversiones en infraestructura ferroviaria. La digitalización también ha ganado protagonismo, especialmente a través del programa KIT Digital y las iniciativas de modernización de las administraciones públicas. Sin embargo, sectores clave como la transición energética y la innovación industrial enfrentan retos en la absorción de los recursos, reflejando barreras estructurales y administrativas que deben superarse.
Centralización de la gestión: Una espada de doble filo
El informe también pone de manifiesto la creciente centralización en la gestión de los fondos del PRTR. Aunque inicialmente se esperaba que las comunidades autónomas gestionaran cerca del 50% de los fondos, este porcentaje ha disminuido a aproximadamente el 35%. Con la Adenda, que introduce nuevos fondos destinados principalmente a los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTEs), gestionados en su mayoría por la AGE, se anticipa que la participación autonómica podría reducirse aún más.
Esta centralización ha generado críticas entre las comunidades autónomas, que señalan que sus necesidades y particularidades regionales no han sido suficientemente consideradas en la asignación de los fondos. El informe sugiere que es crucial buscar un equilibrio entre la centralización necesaria para la eficiencia y la descentralización que permita una gestión más adaptada a las realidades locales.
Los PERTEs: Un enfoque estratégico pero desafiante
Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTEs) son una pieza central del PRTR, con un enfoque en sectores clave como la automoción, la energía y la digitalización. Estos proyectos están diseñados para impulsar la transformación estructural de la economía española, concentrando recursos en áreas con alto potencial de crecimiento y generación de empleo.
Sin embargo, el informe subraya que la ejecución de los PERTEs ha sido desigual. Algunos proyectos, como el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) y el PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento (ERHA), se han enfrentado a dificultades en la movilización de fondos y en la atracción de proyectos viables. Otros, como el PERTE Agroalimentario y el PERTE Naval, han generado remanentes significativos debido a una menor demanda de los fondos disponibles o a problemas en la estructuración de las convocatorias.
La Adenda ha proporcionado un impulso adicional a algunos de estos PERTEs, como el PERTE Chip y el PERTE Agua, que han recibido importantes inyecciones de recursos. No obstante, para que estos proyectos cumplan con sus ambiciosos objetivos, es esencial mejorar los mecanismos de gestión y agilizar los procesos de adjudicación y ejecución.
Capacidad administrativa y transparencia: Los pilares del éxito
El informe destaca que la eficacia en la gestión de los fondos del PRTR depende en gran medida de la capacidad administrativa de las instituciones encargadas de su ejecución. Aunque se han realizado esfuerzos para mejorar esta capacidad, persisten desafíos significativos, como el tiempo medio elevado para la resolución de las convocatorias de ayudas. Este retraso en la adjudicación de fondos, a su vez, retrasa la ejecución de los proyectos, comprometiendo el impacto del PRTR.
La transparencia en la gestión de los fondos es otro aspecto crucial para garantizar su uso efectivo. La introducción de herramientas como ELISA, una plataforma del Ministerio de Economía que permite el seguimiento de los fondos, es un avance importante. Sin embargo, el informe subraya que la información disponible en esta plataforma es todavía agregada y no ofrece un detalle suficiente sobre el destino de los fondos ni sobre su impacto real.
Perspectivas futuras: Oportunidades y desafíos
De cara al futuro, los próximos años serán decisivos para asegurar que los fondos Next Generation EU cumplan con sus objetivos en España. El gobierno debe adjudicar y ejecutar los fondos restantes en el tiempo limitado que queda, al tiempo que aborda las deficiencias estructurales y burocráticas que han ralentizado el progreso hasta ahora.
Los próximos desembolsos de la Unión Europea estarán condicionados al cumplimiento de hitos y objetivos específicos. De los 595 hitos y objetivos de inversión y reforma que componen el PRTR, aún quedan pendientes 414. El cumplimiento de estos compromisos será crucial para mantener el flujo continuo de fondos y para asegurar la confianza de la Comisión Europea en la capacidad de España para gestionar este plan.
Conclusión: Un desafío y una oportunidad ineludibles
El PRTR representa una oportunidad histórica para transformar la economía española, pero también un desafío monumental en términos de gestión y ejecución. El informe de Llorente y Cuenca pone de manifiesto que, aunque se han alcanzado logros significativos, aún queda mucho por hacer para asegurar que los fondos comprometidos se traduzcan en inversiones efectivas y en un impacto duradero en la economía y la sociedad españolas.
Es esencial que el gobierno continúe fortaleciendo la capacidad administrativa, mejorando la transparencia y adaptando los mecanismos de gestión para superar los retos actuales. Solo así será posible aprovechar plenamente los recursos del PRTR y cumplir con los ambiciosos objetivos de transformación económica y social que se han planteado. España no puede permitirse perder esta oportunidad, y el tiempo apremia para hacer los ajustes necesarios y asegurar el éxito de este plan en los años que quedan hasta 2026.
Finalmente, queremos expresar nuestro agradecimiento a Llorente y Cuenca por su excelente trabajo y dedicación en la elaboración de este informe, que sin duda contribuirá a un debate informado y a una mejor comprensión de los retos y oportunidades a los que se enfrenta España en este crucial periodo de recuperación y transformación.