En estas fechas de regalos y celebraciones, el Gobierno de España ha decidido sumarse a la tradición de los Reyes Magos, pero en lugar de oro, incienso y mirra, nos trae incrementos fiscales y nuevas tasas. Una muestra más de su inagotable creatividad para aligerar nuestros bolsillos. ¡Toma turrón del duro!
A continuación, se detallan los cambios impositivos que entran en vigor:
Concepto | Detalle |
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Alimentos de primera necesidad | El IVA de productos básicos como pan, leche, huevos, frutas y verduras aumenta del 2% al 4%. |
Aceite de semillas y pastas | El IVA sube del 7,5% al 10%. |
Electricidad | El IVA regresa al 21%, encareciendo la factura de la luz. |
Vivienda | Desaparecen las deducciones en el IRPF por reformas que reduzcan el consumo energético. |
Tasa de residuos urbanos | Se introduce una tasa obligatoria en todos los ayuntamientos para la recogida, gestión y reciclaje de residuos urbanos, con un coste estimado entre 165 y 200 euros por hogar. |
Productos derivados del tabaco | Nuevo gravamen para bolsas de nicotina y líquidos para vapeadores, equiparándolos al tabaco convencional. |
Grandes empresas y pymes | Se incrementa la tributación para grandes empresas con beneficios en el extranjero, mientras que el impuesto para pymes se reduce del 25% al 20%. |
Rentas del ahorro | Incremento del tipo impositivo hasta el 30% para aquellas rentas del ahorro que superen los 300.000 euros anuales. |
Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) | Aumento en la nómina hasta el 0,80% (0,67% a cargo de la empresa y 0,13% del trabajador) para reforzar el fondo de reserva de la Seguridad Social. |
Cuota de solidaridad no contributiva | Aplicable a salarios que superen los 4.909 euros brutos mensuales, con un recargo entre el 0,92% y el 1,17% según tramos, para reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones. |
Es reconfortante saber que, en tiempos de incertidumbre económica, nuestros gobernantes se esfuerzan por mantener viva la llama de la sorpresa y la emoción, recordándonos que siempre hay margen para aportar un poco más al bien común. Después de todo, ¿qué sería de nosotros sin su constante empeño en reinventar la rueda fiscal?
Y, por supuesto, no cabe duda de que estos incrementos impositivos se destinarán íntegramente a mejorar la educación y la sanidad públicas -cáptese la ironía-. Porque, como todos sabemos, no hay mejor inversión que la que se hace en el bienestar y la formación de los ciudadanos. Así que, mientras pagamos más por la luz y los alimentos básicos, podemos consolarnos pensando en las aulas de última generación que harán elevar el nivel del informe PISA de nuestros menores y los hospitales de vanguardia que, sin duda, florecerán en cada rincón del país. Una jugada maestra digna de los estrategas más brillantes a los que no se les pasa por su frontispicio craneal la posibilidad de reducir el gasto público anual, algo que ya en el año 2022 el Instituto de Estudios Económicos estimo en 60.000 millones de Euros. Hoy, sin duda, este gobierno manirroto podría ahorrarnos hasta 70.000 millones -así, a ojo-, pero es mejor para ellos mantener el clientelismo y para ello necesitan meternos mano a la cartera a todos, a todas y a todes. Con una cara más dura que un cerrojo de cemento.
Además, no podemos olvidar la impecable diligencia de las administraciones a la hora de mitigar los desastres, como la reciente gota fría que asoló Valencia. La celeridad y humanidad demostradas en la respuesta a los afectados son dignas de elogio. Sin duda, estos nuevos impuestos permitirán que futuras intervenciones sean aún más rápidas y eficientes. Hay que joderse.
Como siempre la mala gestión de un gobierno empobrece las economías del contribuyente a base de impuestos nuevos para repartir a su manera que no es otra que malgastarlo en partidas que no benefician a la mayoría. Es para llorar. Feliz Año Nuevo amigo