Lo reconozco: hubo un tiempo en que abrir WhatsApp en el iPad era una operación propia de escapistas, trileros digitales o iluminados del copy-paste. Que si vincula con el móvil, que si abre WhatsApp Web, que si reza tres padrenuestros y tal vez, sólo tal vez, logres contestar un mensaje sin que se te caiga la conexión a media frase. Una chapuza. Indigna. Impropia. Pero eso, amigos míos, ya es historia.
Hoy puedo decirlo sin rubor y con cierta emoción tecnológica contenida: ¡ha llegado WhatsApp para iPad!
Y no, no es un sucedáneo ni un apaño camuflado. Es la aplicación oficial, bien parida, adaptada para pantallas grandes y pensada para quienes usan el iPad como centro de operaciones personales, laborales o domésticas. Meta, tras más de una década de esperas y promesas incumplidas, ha dado el paso. Tarde, sí. Pero con estilo.
La app ya puede descargarse desde la App Store, y lo hace gratis, como debe ser. Pero lo importante no es el precio, sino lo que ofrece: videollamadas de hasta 32 personas —perfectas para reuniones familiares con primos que uno no recuerda o videoconferencias en las que uno finge prestar atención—, compartir pantalla como un profesional, y usar ambas cámaras, la frontal para posar con dignidad y la trasera para enseñar lo que sea que haya que enseñar, desde un paisaje hasta un perrito.
Y hay más. WhatsApp en iPad funciona con el Magic Keyboard y con el Apple Pencil, por si uno quiere escribir o garabatear como en los viejos tiempos, pero sin mancharse las manos de tinta. Además, se sincroniza con el iPhone, el Mac y todo lo demás: no importa si empiezas una conversación en el móvil, sigues en la tablet y terminas en el ordenador del trabajo. Todo está ahí. Todo fluye. Todo encriptado de extremo a extremo, como debe ser cuando el mensaje es privado y el cotilleo importante.
Ah, y la multitarea. Porque, seamos sinceros, no hemos nacido para hacer una sola cosa a la vez. WhatsApp en iPad permite pantalla dividida, modo Slide Over, Stage Manager (si tu dispositivo lo soporta, claro), y hasta responder a tu cuñado mientras consultas las notas del colegio, los vuelos a Roma o el parte meteorológico de la semana. Multitarea real, no como esa que uno finge tener mientras cena y contesta correos.
Incluso hay opciones de privacidad que ya quisiéramos para la vida real: restringir chats con contraseña, por si compartes el iPad con alguien de confianza relativa, de esos que curiosean “sin querer” cuando te lo piden prestado para ver un vídeo de gatos.
Claro que ha tardado. Claro que ya no estábamos seguros de que fuese a llegar. Pero lo ha hecho. Y lo ha hecho bien. Y eso, en los tiempos que corren, es mucho decir.
Ahora sólo falta que implementen el botón mágico de “archivar definitivamente a ciertos contactos sin que se enteren”. Pero esa, me temo, será una batalla para otro día.
Así que ya sabes: si tienes un iPad, ya puedes dejar de hacer malabares con WhatsApp Web, de andar con trucos de prestidigitador o de resignarte a lo incómodo. Descárgala, úsala, exprímela. Porque esta vez sí, esta vez llegó. Y llegó para quedarse.